Carol, una bella mujer de la más alta clase social, hija de un importante politico y casada con un joven abogado, suele tener frecuentes pesadillas en las que atraviesa un corredor lleno de gente completamente desnuda que parece acosarla, hasta que llega al final de aquel recorrido y penetra en una amplia habitación, donde la espera una enigmática mujer rubia con la cual tiene un apasionado encuentro. Estos sueños son contados por Carol a su psiquiatra, revelando además que la mujer a la cual ve en ellos no es otra que su vecina Julia, quien suele llevar a cabo en su domicilio escandalosas reuniones en las que se cometen muchos excesos bajo el influjo de las drogas. Una noche, el sueño le muestra una escena terrible, en la que ella asesina a Julia clavándole tres puñaladas, hasta dejarla muerta sobre su cama. Tras asistir a su habitual consulta con el médico y contarle su pesadilla, Carol regresa a su casa y ahi se entera que la mujer ha sido asesinada tal y como ella lo había descrito. La policia investiga el crimen, mientras que su padre y su esposo buscan protegerla del misterioso asesino, al mismo tiempo que, tras descubrirse sus huellas digitales en el lugar del crimen, deberán probar su inocencia.
El reconocido Lucio Fulci no podia dejar de formar parte de esta corriente creativa que es el "giallo", la cual tuvo a los años 70`s como importante escenario para su florecimiento. Tras una primera aproximación al suspenso en la cinta "Una historia perversa", Fulci presenta en 1971 ésta cinta que nos ocupa, contando con una importante producción en la que congrega a un buen reparto de actores, teniendo en el papel protagónico a la bella actriz de origen brasileño Florinda Bolkan, que hizo su carrera en Italia en donde participó en varias cintas, incluida "La caduta degli dei" de Luccino Visconti, o "El anónimo veneciano" de Enrico Maria Salerno, y también internacionalmente, como en la producción inglesa "The last valley" que dirigió el reconocido escritor James Clavell. Fue una de las sex symbols del cine europeo en aquellos años, y no sólo eso, pues en "Lagartija con piel de mujer" realiza un buen trabajo interpretativo y se convierte en la perfecta protagonista. Ella luego volvería a trabajar bajo las órdenes de Fulci en la pelicula "Angustia de silencio". Tambien destacan los actores Stanley Baker, Jean Sorel y el argentino Alberto de Mendoza. Y asimismo, la otra belleza perturbadora de la actriz Anita Strindberg, como la inquietante Julia.
El guión escrito por el propio Fulci al lado de Roberto Gianviti, cuenta una historia sórdida que involucra a personajes de la alta sociedad inglesa. El padre de Carol, la protagonista, es un prominente abogado cuya actividad politica está a punto de alcanzar mayor influencia y reconocimiento. Mientras que ella, es una respetable dama casada con un joven y destacado abogado quien tiene una hija adolescente, y con el cual lleva un matrimonio de apariencia ejemplar. Sin embargo, la perversión los rodea y los sumerge en un crimen el cual desenmascara una serie de secretos inconfesables.
Fulci hace un interesante despliegue de su mejor oficio, recreando momentos de suspenso y delirio, siendo ésto último, el toque caracteristico de un ambiente desenfrenado, propio de un grupo de personas que se sumergen en el consumo de alucinógenos, dentro de los cuales los hippies constituyen un movimiento generacional representativo de aquellos años, el mismo que escandalizaba a los sectores más conservadores, pero los cuales a su vez no podían evitar que en su interior muchos de ellos se vean inmersos en ésta misma red de vicio y descontrol. El director logra hacer un eficiente retrato de sus personajes, mostrando la forma en que poco a poco todos ellos se ven envueltos en la intriga de manera inevitable. Una de las secuencias de delirio cargado de erotismo, como es el encuentro entre las dos bellas mujeres, resulta alucinante y de una belleza pocas vista en las cintas del director italiano. Son momentos de suspenso en los cuales la muerte estará presente, y son ambientados en espacios cerrados a media luz, pero a la vez cargados de fuertes colores. Es de reconocer tambien el gran trabajo en la edición de las secuencias del especialista Vincenzo Tomassi, quien en adelante sería un habitual colaborador del director italiano. Y destacar el buen trabajo del músico Ennio Morricone en la banda sonora, acompañando a las distintas secuencias.
Del mismo modo, el director conduce a su protagonista por amplios escenarios filmados en exteriores, lugares visualmente impresionantes y atractivos, en los cuales se lleva a cabo una persecución de tensión muy lograda. Todo ello sin duda resulta deudor del cine de suspenso que directores como Mario Bava y Dario Argento venian desarrollando. Pero tratándose de Fulci no podía quedar sólo en esto, y por ello el realizador no escatima en mostrar su particular gusto por el gore, con varios momentos de horror, sobretodo uno al interior de un hospital que muestra a unos perros abiertos por la mitad, mostrando sus entrañas, en un logrado efecto visual del especialista Carlo Rambaldi ("Duna", "Posesión", etc.). Aunque tambien resulta una curiosidad digna de verse una escena en la que una supuesta escultura de un cisne cobra vida y ataca a Carol, en un efecto visual más bien de apariencia chapucera.
Tambien cabe destacar el buen trabajo de Fulci con la cámara, la cual resulta dinámica y con momentos inspirados, mostrando por ejemplo la pantalla dividida en dos planos, escenas filmadas con cámara en mano, primeros planos de amplio panorama, o recurriendo a sus habituales zooms o acercamientos imprevistos, ésto muy propio de su estilo. Aunque la visión del asesino "giallo" resulta muy particular en éste caso, la intriga va más alla del juego del gato y el ratón, y permite unos giros en la trama que conducen a un final inesperado. Se podria decir que la historia detectivesca está bien planteada, y es uno de los puntos en alto de la cinta, digna de ser revisada más de una vez. La filmografia de Lucio Fulci es sin duda, una de las más interesantes del cine europeo, variada y recorriendo distintos géneros, pero siempre manteniendo su identidad.
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