En el año 2018 los viejos sistemas de gobierno nacionales han sido erradicados. El mundo ahora conoce un nuevo poder globalizador que se encuentra en manos de las grandes corporaciones multinacionales. Ellas han establecido un estricto control de la población dirigiendo sus vidas y canalizando sus deseos e inquietudes personales hacia las posibilidades que el sistema les ofrece. Además, ponen a disposición del público el mayor espectáculo deportivo nunca antes visto: el Rollerball. Convertido en el deporte emblema del planeta, el torneo del Rollerball por el campeonato mundial despierta la expectativa de toda la población que disfruta de sus vibrantes encuentros cargados de violencia, sangre y destrucción. En vivo o vía satélite, el implacable enfrentamiento de dos equipos de patinadores y motociclistas al interior de gigantescos estadios permite la distracción general del público y el olvido de sus preocupaciones, absorbiendo sus mentes de otras inquietudes que pudiesen surgir, y sobretodo, dejando muy en claro en sus
conciencias la gran enseñanza que se desprende de ésta actividad, como es, la vanalidad que presupone el esfuerzo individual, y por el contrario, lo valioso y significativo que resulta ser el trabajo coordinado en equipo.
conciencias la gran enseñanza que se desprende de ésta actividad, como es, la vanalidad que presupone el esfuerzo individual, y por el contrario, lo valioso y significativo que resulta ser el trabajo coordinado en equipo.
Sin embargo, este sistema alimenta en su interior un agente desestabilizador. Jonathan E., campeón mundial y máximo anotador de su equipo, el representativo de Houston, y convertido en la estrella del Rollerball, es llamado a reunión por el señor Bartholomew, dirigente del sponsor de su equipo, la Energy Corporation, la más poderosa corporación empresarial del mundo, y una vez alli es notificado acerca de su separación del equipo y retiro obligatorio de la actividad deportiva. El status de estrella que Jonathan ha adquirido lo convierte en un elemento peligroso para los intereses de la clase gobernante, que busca eliminar la individualidad del ser humano. Extrañado ante la sorpresiva decisión acerca de su carrera, el jugador se resistirá a abandonar su equipo y empezará a indagar acerca de la naturaleza del gobierno ejercido por la Corporación Energy. De este modo, empieza su batalla personal contra todo un sistema, la cual pondrá en
peligro su vida y la de sus compañeros; de éste modo, la violencia en su máxima expresión se traslada al estadio del Rollerball y siembra muerte y destrucción, pues la consigna es clara : Jonathan E. debe morir.
peligro su vida y la de sus compañeros; de éste modo, la violencia en su máxima expresión se traslada al estadio del Rollerball y siembra muerte y destrucción, pues la consigna es clara : Jonathan E. debe morir.
La "Tocatta and fugue" de Johan Sebastian Bach abre en forma dramática uno de los relatos futuristas más impactantes de la ciencia ficción. "Rollerball", dirigida por el norteamericano Norman Jewison, se ha convertido con el paso del tiempo en una pelicula de culto gracias a su contundente mensaje y por su impecable estilo visual, muy impactante y espectacular.
La historia original fue escrita por William Harrison. El autor recuerda cómo nació su relato. La idea surgió en medio de una simple anécdota según la cual, al asistir como espectador de un partido de basketball universitario fue testigo de un pleito entre los jugadores el cual enardeció tanto a la gente dentro de la cancha de juego como a aquellos que se encontraban en las tribunas. Mientras la rabia y el odio iba surgiendo en los rostros de la gente, Harrison tomaba nota mentalmente de aquellas reacciones, las cuales posteriormente le harían plantearse la pregunta ¿qué grado de violencia alcanzaría la humanidad en sus manifestaciones deportivas en un futuro no muy lejano?, teniendo en cuenta la forma tan sencilla en que el lado irracional del hombre se apoderaba de sus actos, dejando a un lado el espiritu deportivo, supuesto móvil de estas congregaciones. Tras escribir la historia, fue publicada en la revista Esquire bajo el titulo "Rollerball murders" en el año 1973, y no tardó mucho tiempo para que despertara el
entusiasmo de los productores cinematográficos, los cuales le propusieron realizar un guión adaptado para la pantalla grande.
La historia original fue escrita por William Harrison. El autor recuerda cómo nació su relato. La idea surgió en medio de una simple anécdota según la cual, al asistir como espectador de un partido de basketball universitario fue testigo de un pleito entre los jugadores el cual enardeció tanto a la gente dentro de la cancha de juego como a aquellos que se encontraban en las tribunas. Mientras la rabia y el odio iba surgiendo en los rostros de la gente, Harrison tomaba nota mentalmente de aquellas reacciones, las cuales posteriormente le harían plantearse la pregunta ¿qué grado de violencia alcanzaría la humanidad en sus manifestaciones deportivas en un futuro no muy lejano?, teniendo en cuenta la forma tan sencilla en que el lado irracional del hombre se apoderaba de sus actos, dejando a un lado el espiritu deportivo, supuesto móvil de estas congregaciones. Tras escribir la historia, fue publicada en la revista Esquire bajo el titulo "Rollerball murders" en el año 1973, y no tardó mucho tiempo para que despertara el
entusiasmo de los productores cinematográficos, los cuales le propusieron realizar un guión adaptado para la pantalla grande.
El director Norman Jewison es un hábil realizador, cuya filmografía demuestra como parte de sus preocupaciones una tematica social por la defensa de los derechos individuales. Suyas son las peliculas "Fist", "Justicia para todos" o la simpatica comedia "Riqueza ajena" con Danny De Vitto, en ellas el tema central de su historia se encuentra en la reacción del hombre común frente a un sistema considerado desde tramposo hasta opresor y corrupto. En "Fist" el grupo de trabajadores a quienes se les vulneraba sus derechos, conforman una masa que llega a defenderse a pura fuerza, por lo cual el director se valió de la figura de Sylvester Stallone en el papel del lider de aquella resistencia. Incluso Jewison va más alla de ello y entrega al rudo actor varios momentos dramáticos para soltar su discurso reinvindicador.
Entonces, no es de extrañar que alguien como Jewison realice una crítica frontal al afán hegemónico y apabullante de las grandes entidades corporativas, las cuales, en nuestra sociedad moderna, influyen decisivamente en el modo de vida del hombre. El relato fantástico recrea un mundo en el cual éste poder ha sido alcanzado finalmente en forma absoluta a base del lavado de cerebros y el control mental, utilizando para tal fin el poder de los medios de comunicación representado en la constante presencia de monitores o pantallas gigantes, como las que se utlizan en el estadio del rollerball, en los domicilios, sea en reuniones intimas como la de Jonathan y su pareja, o en bulliciosas fiestas, mostrando imágenes que llaman a la celebración despreocupada y frívola. Pero el uso más siniestro se encuentra en aquellas reuniones a modo de teleconferencias, donde los conspiradores del mundo llegan a acuerdos con respecto al manejo del orden establecido. La pesadilla de todo teorico de las conspiraciones toma forma en ésta historia de lucha por la libertad, en una exposición contundente.
Lo grande y maravilloso del cine no es sólo su capacidad para entretener o maravillar, sino tambien la forma en que puede demostrar una capacidad autocritica impresionante, más teniendo en cuenta que estamos ante una producción millonaria de la United Artist, y que entre sus patrocinadores estuvo la BMW, prestando sus instalaciones en Bavaria, Alemania, para la realización de muchas de sus escenas.
Precisamente en su puesta en escena "Rollerball" logra un nivel de aprobacion sorprendente. La dirección de Jewison da por resultado un trabajo impecable, contando con la estupenda fotografia de Douglas Slocombe, que mereció el premio Bafta en dicho rubro. Y es que aquellos momentos en cada uno de los encuentros entre los distintos equipos son impresionantes, al resultar convincentes en cada uno de sus detalles, mostrándonos un extraño deporte, imaginario pero tan real al mismo tiempo en su crudeza y violencia, ello frente a un público entusiasta y enfervorizado como puede apreciarse, con carteles, banderas, y con las barras que claman por sus equipos. Y lo mejor de todo está en lo que sucede en aquellas pistas de juego. Dispuestas en forma circular por donde los jugadores, tanto los siete patinadores con los tres motociclistas que componen cada equipo, se desplazan a toda velocidad tras una bola metálica, que tiene apenas el tamaño de una mano, lanzada a través de un canal lateral automatica y velozmente por el observador que controla la torre ubicada al centro del circuito. Para ello se utilizó el estadio Olympic de Munich, el cual sirvió para representar a más de un campo de juego, pues según el
relato el campeonato se desarrolla en Madrid, como en Roma y Pittsburgh.
relato el campeonato se desarrolla en Madrid, como en Roma y Pittsburgh.
Los jugadores de ambos bandos, equipados con un uniforme especial, e implementos como rodilleras, coderas, guantes y un casco que recuerdan al fooball norteamericano, se lanzan velozmente tras su objetivo, apoyándose mutuamente en contra de sus adversarios a quienes no dudan en frenar a punta de golpes, patadas y empujones, pues se trata de un deporte de contacto total, llegando inclusive a ponerse en peligro la vida de los participantes debido a los feroces ataques de sus oponentes. La violencia que supuestamente el nuevo orden ha extirpado de las calles y ciudades para el bienestar de los ciudadanos, ha sido implantada en éstos campos de juego para deleite del morbo más enfermizo del público espectador. El entretenimiento para la población les asegura una estabilidad en su control de la población y su perpetuidad en el poder. Los jugadores, como Jonathan, se convierten en piezas utilizadas para tales fines. A ellos se les asegura una vida a todo lujo, e incluso compañia femenina escogida previamente por el sistema para su satisfacción y tranquilidad al sentrise elementos importantes dentro de ésta extraña sociedad.
Mas allá del campo de juego los edificios de la gran ciudad presentan un estilo futurista tanto en sus exteriores como en sus diseños interiores. El director Jewison tomó como fuente de inspiración la visión mostrada en la cinta de Stanley Kubrick "La naranja mecánica", con una arquitectura donde destacan el vidrio y el concreto. La dirección artistica recibió mas de una mención honrosa, a cargo del especialista John Box, en un notable trabajo.
Teniendo una buena historia y contando con todo un aspecto técnico y equipo de primer nivel, el director Jewison completó ésta gran obra con la participación de un reparto inolvidable de actores. El peso de la cinta sin duda recae en el personaje de Jonathan realizado en una brillante caracterización a cargo del gran James Caan. El actor fue elegido por el director luego de ser visto en la cinta "Brian´s song", donde interpretaba al jugador de los Chicago Bears Brian Piccolo, en lo que constituye un drama ambientado en el mundo del deporte. Caan da vida a su personaje, la estrella del rollerball, que repentinamente es convertido en la amenaza para todo un sistema. Su destreza, su posterior desconcierto, su inquietud ante lo que va descubriendo y finalmente su decisión y coraje para enfrentar los violentos partidos por el campeonato mundial son registrados en una brillante actuación que convierte este papel en uno de sus mejores rabajos de su extensa carrera, aun en vigencia. James Caan es uno de mejores actores del cine norteamericano que brilló tambien en peliculas como "El padrino" de Francis Ford Copolla, hasta sus recientes apariciones tanto en el cine como en la televisión.
Otra de las actuaciones destacables es la que realiza el actor John Houseman, visto con frecuencia en aquellos años en varias peliculas y tambien en la T.V. como el recordado profesor Kingsley de la serie "Paper Chase", conocida en nuestro medio como "Alma mater". Su fria actitud y distinguida presencia son perfectas para el papel del siniestro señor Bartholomew, amo y señor de aquel gobierno totalitario. En otros roles vemos tambien al actor John Beck como Moonpie, el compañero de juego de Jonathan, y a la bella actriz Maud Adams, uno de los bellos rostros del cine de la decada del 70.
"Rollerball" logra ser una producción muy estimable, tanto por su argumento como por su impecable realización, cuidadosa en cada detalle, logrando transmitir su mensaje de lucha por la libertad individual y su rechazo a la violencia, señalado ésto como la intención del director, a pesar de lo atractivo que resultan sus secuencias de acción y la tensión transmitida en aquellos memorables partidos. Y es que el ser humano dificilmente abandonará su lado violento, el cual lo acompaña desde que surgió de la tierra. Ojala el futuro descrito en ésta pelicula quede en la ficción y no se convierta en una terrible realidad, a pesar de lo cerca que nos encontremos de ella.
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