Titulo original : Operazione Paura
Otros titulos : Kill, baby, kill (USA)
Una mujer que lanza un grito lleno de terror, se lanza al vacio y cae sobre una verja de metal cuyas puntas atraviesan su cuerpo. La escena produce un tremendo impacto en el pequeño poblado de Villa Graps, y despierta en sus habitantes el miedo a una maldición proveniente de la vieja Mansión Graps, un edificio que conforma un tenebroso paisaje, especialmente durante las noches, en las cuales los sonidos estremecen, las sombras parecen cobrar vida y la atmosfera reinante es densa y opresiva. Hasta aquel lugar llega el doctor Paul Eswai, quien es el encargado de realizar la autopsia y la investigación de aquella misteriosa muerte. A su llegada encontrará reacciones adversas a su presencia, que parecen ocultar un secreto en medio del silencio. Sin embargo, otra terrible muerte hará que el alcalde Karl revele la naturaleza sobrenatural del horror que agobia al poblado. La pequeña Mellisa, hija de la Baronesa Graps la cual habita solitaria en la vieja mansión, murió tiempo atrás en un accidente ante la indiferencia de los habitantes del pueblo, quienes no acudieron en su auxilio dejándola morir. Ahora, el sonido del campanario de la torre en la gran mansión anuncia la llegada de la muerte: la venganza de su espiritu condena a cada uno de aquellos responsables de su tragedia, y no se detendrá hasta terminar con ellos. El doctor Eswai no está dispuesto a creer lo que considera supersticiones, pero la pesadilla que vivirá en aquel lugar, al lado de su asistente, la bella Mónica Shuftan, les mostrará a ambos la presencia de una maldad que no es de éste mundo, y que amenaza con destruirlos.
Mario Bava, quizás el mejor cineasta del género fantástico en la historia del cine italiano, y uno de los mejores dentro del cine mundial, es el autor de ésta brillante pelicula de terror realizada en el año de 1966. Dentro de las múltiples virtudes de su cine, Bava era un especialista en la realización de historias de horror gótico, en las cuales ponía de manifiesto toda su capacidad artistica a la hora de recrear escenarios cuidadosamente estilizados, dotados de una atmósfera fantástica, y al mismo tiempo, sombría y sobrecogedora. En ellas, el director no dudaba en mostrar elementos en común con las peliculas realizadas por la productora inglesa Hammer Films, pero una vez asumidos, éstos alcanzaban una cota de insuperable belleza y fascinación gracias a su particular mirada, muy sensible a los encuadres y al uso de los colores, en ambos aspectos, plasmados de manera muy expresiva con resultados fascinantes.
Luego de realizar "El planeta de los vampiros", una memorable incursión en la fantasia espacial, el director emprende la realización de ésta historia sobrenatural, escrita por Romano Migliorini y Roberto Natale, y como fue habitual en sus trabajos, contando con un pequeño presupuesto el cual en ésta ocasión para mayor mal fue bastante reducido. Esto no fue impedimento para un cineasta capaz de lograr extraordinarios resultados, como ocurrió incluso en su más holgada producción "Diabolik", donde sólo gastó una parte del presupuesto asignado por el productor Dino de Laurentis. Y es que Mario Bava fue un realizador excepcional. Quien empezó como director de fotografía del cineasta Ricardo Fredda ("I vampiri"), supo encontrar su propio camino luego de su exitoso primer largometraje "La máscara del demonio" en el año de 1960. La filmografía de Mario Bava está repleta de titulos que se han convertido en imprescindible referencia para el cine fantástico posterior. Definió estilos, tendencias, y principalmente, estableció las bases de nuevos subgéneros. Pocos son los realizadores de los cuales puede hacerse tal afirmación. Mario Bava es oficialmente el padre del Giallo italiano en la historia del cine: "La muchacha que sabía demasiado" y "Seis mujeres para el asesino" son las dos peliculas que dieron inicio a ésta serie de visiones perturbadoras y fascinantes dentro del cine. Pero esto no es todo: la influencia de Bava cruzó medio mundo y alcanzó al cine norteamericano, especificamente al género del horror, al inspirar a una generación de jóvenes realizadores con su intensa pelicula "Bahia de sangre", una de las obras fundamentales para el desarrollo del llamado Slasher Americano, en sus titulos más célebres como "Viernes 13" y sus secuelas, que cubrieron más de una década de cine.
Existe un documental denominado "Mario Bava, Operazione Paura" realizado en el año 2004 por Gabriele Acerbo y Roberto Pisoni. En éste tributo al gran realizador fallecido en el año 1980, figuran en sus créditos la participación especial de muchas celebridades y personajes del mundo del cine, quienes dan testimonio y disertan acerca de la importancia de su filmografía. Sólo por nombrar a algunos de ellos, están los nombres de Dario Argento, Joe Dante, Roger Corman, Barbara Steele, Elke Sommer, Tim Burton, Ennio Morricone, Dino de Laurentis, John Phillip Law, Quentin Tarantino, etc., quienes han sido testigos de su gran labor o se han visto influenciados por su maravilloso legado. Por supuesto, no podía faltar su hijo Lamberto Bava, el destacado realizador de las célebres "Demoni 1 y 2", aunque hasta ahora no ha alcanzado un reconocimiento a la altura de su padre.
"Operazione paura" (en nuestro idioma sería literalmente "Operación miedo") es el titulo mal puesto a un relato magistral de fantasmas y terror sobrenatural, hecho ésto con el fin comercial de aprovechar la presencia de la bella actriz italiana Erica Blank, conocidisima en aquellos años por su participación en varias cintas del género de espionaje, en producciones italianas, españolas, inglesas, muy de moda por entonces debido a la aparición del agente 007. Una extraña forma de atraer público, a partir de un detalle del título. En la pelicula que nos ocupa, ella tiene a su cargo el papel de Mónica Schuftan, la enfermera asistente del doctor Paul Eswai, encarnado por el actor Giacomo Rossi-Stuart, quien buscará resolver la misteriosa muerte ocurrida en el pequeño poblado de Villa Graps. Mónica tiene un fuerte vinculo con aquel lugar, más alla del hecho de haber nacido allí. Esto forma parte del misterio que el Dr. Eswai deberá resolver. Al mismo tiempo, surge la enigmática presencia de una misteriosa mujer vestida de negro, a quien los pobladores llaman la bruja Ruth. Ella sabe de la terrible maldición que ha caido sobre la villa, y es la única fuerza que se opone a aquel poder maléfico. Otra figura siniestra es la Baronesa Graps, una anciana que vive recluida en la vieja mansión de su familia, de donde surge la maligna presencia de Mellisa, la pequeña figura diabólica: una niña de cabellos rubios y de mirada perversa, cuya aparición repentina condena a muerte a quien sea testigo de ella. Las muertes son autoinfligidas, la victima pierde el control de su mente y contra su voluntad acaba con su vida de las formas más terribles. Precisamente este detalle nos hará pensar en la posibilidad de una histeria, o el producto de una alucinación por parte de aquellos desafortunados que, de acuerdo a los hechos, se suicidan desesperadamente, sin ninguna intervención extraña, tal y como lo piensa el Dr. Eswai.
A tener en cuenta lo siguiente. Este relato está ubicado a principios del siglo XX, apenas finalizado el siglo XIX. El justo momento en el cual la razón y el conocimiento científico del mundo moderno representado por Eswai, se oponían a las creencias folkloricas y a las supersticiones propias el ocultismo, donde las explicaciones amparadas en la lógica no tenian cabida. Al doctor Eswai se le une el inspector de policia Kruger; pero ambos investigadores, muy a pesar suyo deben rendirse ante los inexplicables acontecimientos que desencadenan una serie de muertes violentas que se extienden cada vez más en forma inevitable. Eswai junto con la bella Mónica deben sumergirse en un ambiente sobrenatural de brujeria, espiritismo, presencias fantasmales y fuerzas que alteran la realidad en forma delirante.
La pelicula presenta una propuesta estética muy impresionante: la atmósfera, los paisajes tenebrosos, los edificios envueltos en la oscuridad y en cuyos interiores se desata un caos de formas . El director Bava obtiene esos resultados pues es un artista que domina el género, como lo había probado ya desde "La máscara del demonio", y que se nutre de los grandes clásicos, como la evidente y muy comentada referencia que se observa en su cine, con respecto a la obra de Tod Browning: su clásico "Drácula" de 1931, una ambientación muy similar que se enriquece con el uso de una adecuada tonalidad de colores sombrios, en base a su efectiva iluminación. Bava lleva mucho más alla todas esas visiones y obtiene una brillante realización.
En otro aspecto, el ritmo narrativo no decae en ningún momento, sumido en medio de la intriga que va acrecentándose a medida que transcurre el film, obteniendo un correctisimo dinamismo durante su metraje. El director dosifica adecuadamente la presencia de los personajes claves, las muertes y las situaciones de mayor tensión. Los elementos sobrenaturales se hacen más intensos hasta su impresionante secuencia final. Las apariciones del temible espectro de la pequeña Melissa se logran en base a una inquietante atmósfera, que muestra unos primeros planos de su imágen y su mirada de odio vista a través del vidrio de una ventana, o en otra ocasión donde basta la sola palma de su pequeña y sombría mano apoyada contra la luz, lo que estremece a su victima y la sumerge en el espanto. Acompaña a éstas escenas una eficaz partitura musical de Carlo Rustichelli, completando un marco propio del terror clásico a ésta puesta en escena.
La inquietante figura de la pequeña, y en general, todo el film ha sido materia de inspiración para muchos realizadores. Por ejemplo, se suele citar el caso de Martin Scorsese, quien lo demuestra en una escena de "La última tentación de Cristo" con la aparición del demonio bajo la forma de una niña rubia; tenemos tambien a David Lynch, quien en su largometraje "Twin Peaks, fuego camina conmigo" reproduce una angustiante secuencia de la cinta de Bava, ésta vez teniendo por protagonista al agente Cooper del FBI, rol a cargo del actor Kyle McLachlan. Guillermo del Toro tambien muestra su evidente inspiración puesta en sus escenas fantasmales en su filme "El espinazo del diablo". Y otro caso célebre es el del director Federico Fellini, en su incursión en el cine fantástico en el segmento "Toby Dammit" del largometraje "Historias extraordinarias".
Las actuaciones, cabe decir que resultan suficientemente correctas, siendo un trabajo bien conseguido por el director. La ambientación fantástica parece involucrar a los protagonistas en aquel relato de pesadilla. El actor Giacomo Rossi-Stuart obtiene un trabajo sobrio y eficiente en cada uno de sus momentos a pesar de su aparente inexpresividad, que luego desaparece en su inclusión al interior de la mansión Graps en una escena cumbre muy sorprendente. Mientras que la bella Erika Blanc, la actriz Fabianne Dalli como la hechicera Ruth, Giana Vivaldi como la Baronesa Graps, y el resto de actores, aportan actuaciones bastante convincentes.
Pero definitivamente la estrella del film es su director. Mario Bava fue un verdadero innovador. Convertir la imágen de una niña rubia en una fuente de miedos y temores demuestra que es un realizador de amplios recursos: la niña en realidad era el niño actor Valerio Valeri, vestido para la ocasión. Quizás en nuestros días ésta cinta más que expresar miedo o temor lo que produzca sea una gran fascinación y admiración. Pero esto no quita que sea deslumbrante. El cine fantástico demuestra su impresionante poder artístico con esta obra, que injustamente ha visto limitada su distribución como suele ocurrir con aquellas joyas ocultas que hay que descubrir. A la espera de una amplia difusión de éste filme clásico, nos queda reinvindicar una vez mas a Mario Bava como uno de los más importantes realizadores del cine moderno.