Titulo original : Låt den rätte komma in (Suecia)
Otros titulos : Let the right one in (USA)
Déjame entrar (México, España)
"Criatura de la noche" es la mejor pelicula de vampiros de la década pasada y con diferencia. Surgida en medio del furor de aquella saga vampírica de peliculas basadas en best sellers, que han puesto de moda los colores rojo y negro en las portadas de los libros, este filme tambien tiene una fuente literaria, aunque de remota procedencia y de austera presentación. Sin embargo, sus páginas contienen uno de los relatos fantásticos más estimulantes que se hayan escrito en los últimos años. La obra del escritor sueco John Ajvide Lindqvist es una cautivante historia acerca de la niñez incomprendida, del mundo particular que se aprecia a través de los ojos de un niño de 12 años con dificultades para relacionarse con su entorno. Haríamos bien en recordar aquellos dias, esa simpleza con que se asume la vida, el poder de la imaginación que nos inunda, la pureza de los sentimientos que surgen en uno en base a cada nueva experiencia. De otro lado, tambien nos sirve para recordarnos el origen de nuestros temores, aquellos que probablemente marcaron nuestras vidas y que luego superamos en base al crecimiento, o que tal vez aún nos acompañan, cual cicatriz en el rostro.
Desde el punto de vista cinematográfico, "Criatura de la noche" es un ejemplar traslado de la literatura al celuloide, pues, al provenir de una brillante novela, se ha obtenido un guión maravilloso, que respeta y mantiene la esencia de su origen y que aún se enriquece para sus mejores posibilidades fílmicas, eliminando algún personaje y del mismo modo algunas situaciones. No en vano es obra del propio Ajvide, quien logra un feliz acuerdo con el director encargado de convertir la palabra en imágen.
Tomas Alfredson es un director nacido en Suecia, quien empezó su carrera en el medio televisivo. Su primer largometraje lo realizó en el año 1995 y sus trabajos anteriores se vinculan al género de la comedia y el drama, por lo que su incursión en el género fantástico ha sido más que sorprendente (quien desee, puede ver aqui un cortometraje suyo "Dear Mr. Barroso" del año 2005 en inglés : http://vimeo.com/9275678 ). El director ocupó tres años de su vida en la realización de esta historia de vampiros al quedar prendado de su inquietante fábula. Todo su esfuerzo ha sido recompensado con creces tras recibir el reconocimiento en numerosos festivales y el aprecio del público y la crítica internacional.
La pelicula es, ante todo, un notable cuadro acerca de la niñez en su aspecto más intimo y sombrío. Oskar (papel a cargo del notable niño actor Kare Hedebrandt) es un niño solitario y un introvertido estudiante, el cual es acosado por un grupo de niños perversos de su misma edad quienes se aprovechan de su timidez y de su paralizante temor para burlarse de él y agredirlo físicamente con total impunidad; ello produce en Oskar un temor al día a día, al mismo tiempo que germina en él un odio que quiere estallar. De ahi que conserve una pequeña daga con la cual imagina agredir a sus adversarios. En estas circunstancias llega al vecindario la misteriosa Eli: a primera vista, una niña de cabellos oscuros, quien llega a entablar una singular amistad con Oskar con la facilidad y la sintonía propia de los seres que guardan mucha afinidad. Porque Oskar y Eli a simple vista son polos opuestos, sin embargo, esencialmente guardan sentimientos comunes en sus soledades y en su esperanza por un giro a sus vidas.
Alfredson describe eficazmente la personalidad solitaria de Oskar: un hijo único de una pareja de padres separados, viviendo él con su madre, mientras que su padre mantiene un nuevo compromiso. La intimidad de su habitación y la soledad del frío patio de juegos son los escenarios en los cuales el niño da rienda suelta a su imaginación, en busca de dar forma a su propio mundo, donde prescinde de sus padres y es capaz de derrotar a sus enemigos. El director logra una atmósfera intimista en base a una habitación apenas iluminada, con un amplio ventanal que refleja la imágen de Oskar y su fragilidad en un mundo oscuro y tenebroso. Del mismo modo, el exterior del edificio de departamentos es un gélido paisaje nocturno cubierto de nieve donde las siluetas de los dos niños protagonistas se encuentran en medio de un completo aislamiento; es el instante en el tiempo y espacio hecho sólo para ellos.
El cuadro descrito respecto de Eli (la inquietante pequeña actriz Lina Leandersson) corresponde al de una niña especialmente singular. Posee una delicada presencia que irrumpe en la monotonía del pueblo, al cual llega acompañada de un extraño sujeto (un adulto de retorcidas manías, descritas al detalle en la novela, en la cual, incluso, llega a mayor brutalidad; aqui Alfredson prefiere sugerirlo en forma sucinta). Eli representa la fantasia terrorífica; el ser extraño que luce una juventud de pálido semblante como producto de la maldición eterna que la obliga a consumir sangre humana cada noche para poder sobrevivir. Es, por supuesto, un vampiro, cuyo apetito pondrá fin a la paz y quietud del pequeño poblado. No obstante, la pequeña Eli, tras su fantástica dimensión, no deja de representar un drama muy humano: vive absorta en su soledad y encerrada en su mundo, en medio de su infancia perpetua, fisica, que no mental. Atraída por Oskar, se convierte en su complemento perfecto, aquel quien le ayuda a reconocerse sin temor y que le permite revivir su humanidad, en lo que antes fueron noches solitarias y eternas. En retribución, ella le enseña a superar sus temores, a valorar la amistad y, tambien, a descubrir los diversos caminos de la sexualidad. Nuevamente, el director muestra estos elementos en su filme de manera sutil, en alguna linea de diálogo, en un cautivador encuentro nocturno y en una fugaz imágen.
"Criatura de la noche" es capaz de captar la simpatía del espectador hacia la pareja de niños protagonistas, la que nos hace olvidar las vidas de inocentes que cobra el apetito de la pequeña vampiresa, que se corresponde al de una fiera que caza porque no tiene otra alternativa. Tambien podría interpretarse como la manera en que una vida monótona y sin aspiraciones sucumbe ante la vitalidad de la juventud, hambrienta de nuevas experiencias. Asimismo, la pelicula presenta una nueva lectura del mito vampírico, donde el espectro no representa para el niño el monstruo de sus pesadillas, siendo este más bien el entorno que lo rodea. La mente abierta de Oskar es capaz de aceptar todo lo referente a Eli, tanto en lo humano como en lo inhumano: es acaso la mente progresista frente a la reaccionaria, aquella que aún duerme en el pasado, en su rutina diaria y en sus viejos rencores (como la rivalidad ruso-sueca, tema tratado en la conversación de vecinos).
En cuanto a sus técnicas, el filme se apoya en una puesta en escena de amplias tomas en exteriores, cuya duración se prolonga mientras se aprecia la tensión en la distancia; esto no afecta su ritmo, pues la narración se hace aún más cautivante en la profundidad de cada situación y en la limpieza de cada imágen. Tambien es el trabajo que privilegia los rostros de sus protagonistas, en planos reveladores en medio del silencio, únicos y compartidos, empleando las técnicas cinematográficas más sabias, sin efectismos redundantes. Es una reinvindicación del plano fijo, en estos tiempos en que proliferan dentro del cine de horror más comercial las tomas de pulso nervioso en su afán documentalista, cuando sabemos que la realidad que presenta un filme se construye asimisma, en la medida de su coherencia; en esto Alfredson da una lección de cátedra, si bien es cierto que el cine sueco es tradicionalmente contemplativo y atmosférico. Por ello, el director logra reflejar la humanidad de sus personajes en forma conmovedora, dentro de una historia convincente.
Al mismo tiempo, la pelicula es un relato fantástico con notables elementos terroríficos, en lo cual el director tambien sale triunfante, dotando de vitalidad a la fantasía (esos movimientos ágiles de Eli y sus "vuelos"), y logrando plasmar la sangre, la muerte y el horror con suficiente y justo poder de impacto (los ataques de la vampira en la nieve, el degollamiento de la primera victima, la cama que arde en llamas y otros momentos), con logrados maquillajes, trucajes tradicionales e incluso efectos digitales bastante atenuados. Es notable ese trabajo que sabe mostrar el horror necesario, dejando a la imaginación las mayores impresiones, como ocurra al ocultar el horror con una puerta entreabierta.
El desenlace de este maravilloso filme es la consecuencia del pacto asumido: un horizonte de amplias posibilidades que nos deja deseando ver más de estos inolvidables personajes. No se pierda "Criatura de la noche", desde ya un clásico eterno del cine, en su más amplio sentido.
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