Thursday, February 21, 2008

Zardoz (1974)


En el año 2293, La Tierra es un planeta devastado. Todo territorio ha quedado bajo el control de un grupo de seres humanos conocidos como los Exterminadores, quienes imponen por la fuerza el dominio y la supremacia de un sólo idolo : el gran Zardoz, una cabeza de piedra flotante que suele aparecer en medio del cielo, cruza los aires, y luego desciende en el terreno en el cual sus devotos se congregan y se humillan ante su insólita presencia. Con voz atronadora e imponente, la cabeza de piedra se deja escuchar en un monólogo en el cual llama a la obediencia a los hombres, y luego, deja caer gran cantidad de armas a ser usadas por los exterminadores en su lucha contra los infieles y bárbaros, dejando claro que el único camino a seguir es el de la violencia. Uno de éstos soldados es Zed, quien luego de una misteriosa revelación, se introduce sagazmente en el interior de la gran cabeza de Zardoz. Una vez allí, Zed es conducido a un apartado lugar llamado el Vortex, y empieza a descubrir una serie de secretos que son los que rigen el estado del mundo. Para poner fin al sometimiento existente, el guerrero inicia una astuta lucha contra los Eternos, un grupo de personas muy especiales, quienes descubrirán que se enfrentan a un ser predestinado a cambiar el curso de sus vidas.

"Zardoz" es un curioso film dirigido por John Boorman, un director cuyo estilo visual resulta muy particular y le ha valido ganarse tantos admiradores como detractores. Su filmografía incluye interesantes títulos como "Point Black", "Deliverance", "Excalibur", "La selva esmeralda" y otros tantos. Para ésta pelicula, Boorman escribe una historia que, según el mismo señala, fue pensada más como una novela que como un guión cinematográfico. Una vez que obtuvo el apoyo para su realización inició su rodaje en Irlanda, donde el director inglés se ha establecido hasta la fecha.


A grandes rasgos, se puede decir que ésta pelicula nos muestra la lucha de un grupo de oprimidos en contra de sus opresores, quienes hacen uso de un conocimiento cientifico que les permite convertirse en seres de vida eterna con poderes especiales, y que alrededor de ello construyen un culto religioso por el cual someten a la población, a la cual consideran completamente inferior y salvaje, a base del engaño y el aprovechamiento, ocultos tras la gigantesca imágen de un idolo de piedra. Ello les ha permitido vivir cómodamente en aquella zona apartada del resto del mundo, protegida por un campo de fuerza invisible, organizados en base a una junta de sabios que incluya más mujeres que hombres, entregados a sus estudios y meditaciones, y al desarrollo de poderes mentales extraordinarios. Esto sin importarles que el resto del mundo vuelva a las condiciones de vida propias de la Edad Antigua. Este resulta ser un relato muy interesante, que nos recuerda las historias acerca de la explotación realizada a muchos pueblos por parte de grupos opresores a lo largo de la existencia humana, y que no sorprendería que en un futuro post-apocalíptico vuelvan a repetirse, o se mantengan, según lo apreciemos.

A pesar de éste ambiente de ensoñación, la inquietud del espiritu humano parece no ser capaz de vivir en un estado de gracia, al menos no en éste mundo material. Zed se convierte en el elemento perturbador de aquella situación. El bárbaro que despierta el instinto sexual en aquellas mujeres, lo cual buscan disfrazar como objeto de un experimento. Buena parte del recorrido de Zed en aquel lugar es una recreación alucinógena por parte del director Boorman , tanto en los distintos rincones habitados por ésos singulares personajes, desde una cámara de experimentacion a cargo de un par de cientificas, hasta el ambiente hacia el cual son llevados los ancianos, convertidos practicamente en muertos vivientes; y también, en su delirante indagación hecha en la mente de su protagonista, donde apreciamos sus sueños y sus deseos más carnales.


Sin embargo, apreciar ésta pelicula cuesta algo de trabajo. Boorman desarrolla su argumento con una abundancia de diálogos. Pone especial enfásis en describir el interior del Vortex, su naturaleza y los conflictos internos de sus habitantes tras la repentina aparición de Zed. En ese sentido, la cinta tiene un interesante inicio, pero pierde ritmo, al menos hasta que nos muestra la revelación del sujeto llamado Arthur Frayn, quien aparece al inicio de la pelicula haciendo la presentación de la historia, dejando clara su condición de elemento clave en los hechos posteriores. Tambien se extraña un mayor despliegue de acción el cual parecía prometer apenas iniciada la pelicula, con la incursión violenta de los Exterminadores en medio de aquellas praderas irlandesas, asi que no engañe la imágen de Zed con revólver en mano, que de ésto hay poco.

Por el contrario, hay que destacar aquella simpática ambientación del Vortex, similar a un paraiso escondido, que nos remite a una imágen del jardin del Edén en tiempos de la psicodelia setentera, hecho por el director para confrontarlo con nuestra idea acerca de lo divino. Del mismo modo, hay otros momentos en los cuales la pelicula resulta ser un atractivo tour visual, con sus escenas alucinadas o imágenes de ensoñación, asi como el uso de los flashbacks que dan detalles acerca del secreto a descubrir por Zed y que se encuentra oculto en su memoria, que entre otras cosas, nos presenta una sombria biblioteca en la cual reside la raiz del asunto, un recuerdo del pasado de la humanidad que resulta sorprendente.


Por otro lado, es muy destacable el trabajo actoral, ya que es probable que sin ellos no sería posible engancharse completamente a la pelicula, a decir verdad.

La actuación de Sean Connery es correctísima, más alla de su extraña apariencia, con su larga cabellera atada y sus ligeras ropas que se supone son de un guerrero. Connery participa en ésta singular producción, un proyecto personal del director Boorman, luego de dejar el papel del agente 007, y tras su trabajo en la pelicula "La ofensa" del director Sydney Lumet. El actor escocés no niega ser un fanático del género fantastico, habiendo participado en peliculas como "Los inmortales" y su secuela, o hasta su reciente trabajo en "La liga de los hombres extraordinarios", pero siempre cuidando mantener su identidad de aventurero británico.

Acompaña a Connery la bella actriz Charlotte Rampling, quien encarna a Consuella, lideresa del Vortex. Su actuación esta dentro de lo mejor y más apreciable. Su personaje es una mujer que inicialmente expresa una frialdad y desprecio hacia el intruso, hasta que vemos la forma en que va cediendo irremediablemente a la atracción que siente por él, a pesar de anteponer hasta el último momento, antes del desenlace de los acontecimientos, su deseo de salvar a toda costa su pequeño refugio y dominio.

La historia de "Zardoz" nos muestra un hecho muy interesante. El elixir de la juventud, tan deseado y perseguido en viejas leyendas, ha sido desarrollado por los Eternos, lo cual les otorga una perpetua vitalidad. Sin embargo, es un triunfo vano, pues el propio deseo oculto de sus integrantes desencadena la corrupción del sistema establecido. La interrogante que encuentra Zed en éstas condiciones tras su encuentro con Friend, uno de los insatisfechos Eternos (rol para el actor John Alderton), es sin duda ¿qué tanto puede resistir el hombre la eternidad, y por el contrario, cuánto puede añorar su condición humana, experimentar el amor, el placer, el dolor y finalmente, desear con locura el abrazo de la muerte y rechazar de ésta forma su condición divina?. Su vida carente de emociones hace que éstos personajes acepten a Zed como aquel que puede cambiar el estado del mundo, darle la libertad a los suyos, y hasta ser capaz de enseñarle a la lider de esa especie de matriarcado, el camino hacia la felicidad humana, asunto mostrado en la cinta en forma convincente en sus imágenes finales. Sus protagonistas, los actores Sean Connery y Charlotte Rampling conforman en ésta pelicula una buena pareja, sin duda.

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