Wednesday, December 2, 2009

El inquisidor (1974)


Otros titulos :
"El fuego del pecado" (Perú)
"El inquisidor de Lima" (Argentina)

En la ciudad de Lima, una mujer recien casada es secuestrada a la salida de una iglesia. Su destino final es un lugar oculto donde es sometida a tormentos al ser acusada de practicar brujeria. Su cadáver calcinado es hallado en las afueras de la ciudad por la policia, y todas las señas de la muerte recuerdan las torturas de los tiempos de la inquisición española. Dos policias están a cargo de la investigación del crimen, mientras los misteriosos asesinos, que lucen como miembros de una secta, continúan dando muerte a más mujeres, en su búsqueda de un secreto del pasado.

Era el año 1973 y el director argentino Bernardo Arias realiza un filme que se convirtió en polémico, a partir de un guión escrito por su compatriota Gustavo Ghirardi . Su nombre es "El inquisidor", una producción llevada a cabo entre Buenos Aires y Lima gracias a la reunión de productores argentinos y peruanos. Arias ya había filmado algunas peliculas en Perú lo cual hizo posible esta colaboración. El resultado es un filme muy apreciable, teniendo en cuenta su época y la modestia de recursos propia del medio latinoamericano en comparación con otros mercados. Sobretodo siendo este un filme de un género como el horror poco desarrollado por estos lares. Lamentablemente de aquellos dias a nuestro presente "El inquisidor" había quedado relegado al completo olvido. Particularmente, ni siquiera sabía de su existencia, pues las referencias al cine peruano del pasado suelen obviarla por completo, posiblemente por tratarse de una coproducción o tal vez por el habitual mensoprecio al género, quién sabe. Lo cierto es que fue gracias a internet que algunos hemos tomado conocimiento de esta pelicula, la cual apenas contó, luego de su exhibición en salas, con una edición en VHS en Argentina y nada más. La mayor información y datos hallados en internet ha ido proporcionada por la web "Quintadimensión": http://www.quintadimension.com/article257.html , incluida una entrevista a su realizador, el señor Arias, el cual cuenta las penurias sufridas para lograr su exhibición en Argentina debido a la censura de aquellos dias.


Sin embargo, su historia aquí en Perú es poco conocida, pues, aparte del obvio recuerdo de quienes participaron en ella, no hay mayores datos al respecto. Todo indica que su estreno aquí se realizó oportunamente por aquellos dias, aprovechando el auge del cine de horror gracias al éxito de "El exorcista", si bien con esta pelicula no guarda ninguna relación temática, y más bien resulta comparable a los filmes de terror histórico como "Las torturas de la inquisición" o "The witchfinder general". Como hemos dicho, el filme pasó al olvido en forma inexplicable, quizás relegada por la oleada del cine norteamericano y europeo que llegaba con fuerza, y tambien por el hecho de que nuestro mercado del video doméstico nunca ha sido muy pródigo en titulos, valgan verdades (eso si excluimos la pirateria, desde luego).

Para esta pelicula fueron filmadas algunas secuencias iniciales en Buenos Aires, pero la mayor parte del filme se llevó a cabo en la ciudad de Lima y sus alrededores como el circuito de playas. La locaciones en exteriores se concentran en el centro de la ciudad como son la Plaza de Armas, Plaza San Martin y el Museo de Las Catacumbas. Esto ocurre mientras el relato nos muestra el recorrido de un par de bellas turistas argentinas llegadas al país a visitar a unos amigos limeños, con quienes dan largos paseos por la urbe. Su entusiasmo es bien reflejado en estas escenas donde los viejos edificios y su arquitectura colonial muestran su atractivo de imponentes monumentos históricos, además que toda la ciudad luce como una urbe moderna, a diferencia de los prejuicios que suelen mostrar las producciones norteamericanas sobre los pueblos de latinoamérica. Más alla de ese placentero reconcimiento para nuestra ciudad, el filme muestra otros escenarios más reducidos en los cuales se desarrollan los momentos más importantes de este cuento siniestro. Como toda ciudad que tiene un lado oscuro, cabe recordar que la Lima virreinal tambien fue lugar de cruentos episodios, donde el implacable Tribunal de la Inquisición llevó a cabo la tortura y muerte de muchas personas acusadas de realizar actos de brujeria y otros que según ella atentaban contra la fé católica. De este modo, en la mismisima Plaza de Armas, el ciudadano francés Mateo Salado se convirtió en la primera victima quemada viva hasta morir a causa de su supuesta infidelidad a la iglesia por ser protestante. Esto es historia, no leyenda urbana.


Esa misma crueldad y fanatismo del pasado es la que demuestran los sanguinarios asesinos de este filme: una secta que ha sobrevivido a los siglos y que en pleno siglo XX ha sabido ocultarse para continuar con su siniestra cruzada. Para contarnos esto, el director Arias emplea un viejo castillo y sus tenebrosos rincones donde se recrean estas terribles ceremonias. No se escatima en mostrarnos la crudeza de estos actos violentos, lo cual constituye un gran acierto de su propuesta terrorifica. Agujas que penetran los lunares del cuerpo en busca de sangre, latigazos, torturas que muestran cuerpos desnudos sobre el potro de tormento, y por último la condena a la hoguera encendida en la playa, todo ello forma parte del ritual para acabar con quienes son consideradas mujeres enemigas de la fe. El lider de la secta se muestra frio e inflexible mientras que su fémina cómplice sonrie maliciosamente ante la agonia de su victima.


Paralelamente, la investigación policial se lleva a cabo en diversos lugares de la ciudad, ajena aún a lo que ocurre en ese submundo. El desarrollo de estos momentos luce notablemente su ambiente setentero con toda su modestia a los ojos de hoy, al mismo tiempo que el guión se desarrolla sin demasiada profundidad en sus personajes, siguiendo principalmente el hilo que se va desatando en base a las pesquisas; en este aspecto el film se ha hecho comparable al giallo italiano, al más puro estilo de los filmes de Dario Argento, no digamos Sergio Martino o Lucio Fulci que en esto de los giallos pienso que eran más cuidadosos, pues Argento podía descuidar a sus personajes en aras de una mayor preocupación por el aspecto visual. En nuestro caso, el guión presenta otras ligerezas como el hallazgo del arma homicida, ingenuamente dejada en el lugar del primer crimen, ¡más aún teniendo en cuenta que es una reliquia digna de museo¡¡; asimismo, hay ciertos encuentros y reencuentros forzados, asi como algún cambio de carácter sorprendente en cierto personaje. Sin embargo, aún con estos defectos, la historia mantiene un buen ritmo que la hace cautivante, hay dinamismo en el recorrido por distintos escenarios, lo que implica un gran esfuerzo de producción y mucha colaboración local para la realización de estas tomas exteriores. Especialmente, Arias presta atención a su aspecto más terrorifico, con terribles ceremonias, muertes violentas (que poco podrían envidiar a los filmes de horror actuales de torturas) y un final que, si bien no es sorprendente, resulta efectivo y acorde a su apunte sobrenatural. Arias se apoya en la imaginería sobre ceremonias secretas, hace un uso adecuado del suspenso que le permite enlazar dos situaciones distintas al mismo tiempo, y tambien logra cautivar con la belleza de sus actrices.
Por otro lado, es importante señalar que el elenco de actores realiza un trabajo solvente, pues, en su mayor parte, se trata de actores y actrices muy profesionales de ambos paises, argentinos y peruanos, con suficientes cualidades para resultar muy convincentes en la pantalla. El elenco principal esta conformado por el actor argentino Duilio Marzio; este actor cuenta con una larga trayectoria en el cine de su pais. Tambien se aprecia a la reconocida actriz argentina Maria Aurelia Bisutti, siendo ella una gran figura del cine y la televisión argentina donde protagonizó más de una telenovela donde era la inocente jovencita; aqui en "El inquisidor" ella muestra un carácter más siniestro, lo cual me ha sorprendido gratamente. Otras figuras son las actrices Elena Sedova y Olga Zubarry, estrellas del cine argentino de aquellos años. Respecto de la primera, debo destacar su gran belleza la cual en este filme puede apreciarse en todo su esplendor.

Respecto del elenco peruano, el actor Hernando Cortes encarna adecuadamente al oficial de policia encargado de resolver el misterio de estos crimenes; Cortes es un respetadísimo hombre del teatro nacional, además es un reconocido escritor, autor de varias piezas teatrales y obras en prosa y poesia. Esta sería su única participación en el cine, a la fecha. Lo vemos acompañado por el actor Eduardo Cesti como su oficial asistente. Cesti es un actor muy reconocido en el cine y la televisión peruana, recordado por muchos en nuestro pais por la serie televisiva "Gamboa", emitida en los años 80`s, donde tambien encarnaba a un oficial de policia, en gran actuación y en la que considero es la mejor serie policial que se haya hecho en el Perú, ¡si hasta uno de sus episodios fue escrito por Mario Vargas Llosa¡¡.


Dentro del plantel que conforma ese tribunal del santo oficio, encontramos a otras figuras peruanas reconocibles. En primer lugar se destaca la presencia del actor Pablo Fernández, otro actor que otorga solvencia a sus apariciones, como el implacable juez del santo oficio. Este actor tambien puede ser visto en el filme histórico "Tupac Amaru". Tambien participa la actriz peruana Ruth Razzeto, una gran actriz, una belleza de aquellos años, muy recordada como estrella de la televisión local y del teatro nacional.


Luego, entre los esbirros que custodian el viejo castillo, encontramos a los actores Guillermo Campos y al actor conocido como "Gutapercha"; ocurre que ambos dedicaron su carrera principalmente a la televisión en el campo de la comedia familiar. Campos es, probablemente, el más recordado debido a su prolongada participación en programas cómicos exitosos y de amplia sintonía. Además, como otra de sus virtudes artisticas podía destacar como interpréte de música criolla con gran aceptación ("el feo que canta lindo" solían decirle). "Gutapercha" es un cómico cuyas apariciones en la tv. son recordadas sobretodo en las décadas 70 y 80`s ( mi recuerdo es muy vago, pero definitivamente su apelativo me sonaba mucho). Aún en nuestros días ambos pueden ser considerados estrellas de la historia televisiva nacional, y resulta notable que hayan podido coincidir en este filme, donde no dicen palabra alguna, pero su presencia, sin duda, resulta un atractivo muy particular para nuestro público.

"El inquisidor" es un filme olvidado en forma injusta pues constituye una buena muestra de la cinematografía latinoamericana hecha con mucha imaginación y esfuerzo, que logra un producto muy digno y con cualidades apreciables en cualquier parte del mundo. Lástima que se haya perdido ese entusiasmo, al menos en lo que a la cinematografía peruana respecta, por lo que queda esperar una vuelta a estos caminos. Al menos Argentina mantiene festivales como el "Rojo sangre" y nuevas producciones hechas por jóvenes cineastas quienes apuestan por el terror, comprendido como auténtico medio de expresión artistica.

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