Una de las peliculas más olvidadas de las que hizo el gran Clint Eastwood durante la década del 70, "The Eiger sanction" no deja de ser todo un caso. En esta ocasión, el vaquero favorito de todos se convierte en un personaje distinto a lo que nos tiene acostumbrados. Jonathan Kellerman es un respetado catedrático universitario, pero al mismo tiempo ha servido a su pais haciendo encargos especiales: Jonathan es un agente secreto y su mayor talento esta en llevar a cabo sanciones (o castigos) a determinados sujetos considerados enemigos del gobierno. Su jefe es otro personaje singular el cual es simplemente conocido como "Dragón". Es un hombre obeso, albino y de mirada inquietante. Su piel sufre de hipersensibilidad a la luz por lo que suele permanecer en habitaciones oscuras, donde apenas puede vislumbrarse su extraña presencia.
Con el paso de los años Jonathan decide dejar atras su vida de peligros y dedicarse a la enseñanza, pero Dragón esta decidido a encargarle un último trabajo. El ex-espia acepta la misión, con la condición de recibir un cuantioso pago y un certificado que lo limpie de cualquier investigación de la I.R.S., ya que en sus años de servicio ha acumulado una considerable cantidad de dinero y varias obras de arte muy preciadas. Su trabajo es encontrar y dar fin a los ladrones de un importante microfilm (qué tiempos aquellos¡¡). Pero eso no es todo, pues el asesino contratado dio muerte a un viejo colega de Jonathan, por lo cual el trabajo se convierte para él en un asunto personal.
Tras varios éxitos en un buen número de films, tanto actuando como dirigiendo, Clint Eastwood decide llevar a la pantalla este argumento proveniente de una novela escrita por Rodney Williams Whitaker, autor más reconocido en la literatura de espionaje y suspenso bajo el seudonimo de Trevanian: "The Eiger sanction" fue su primera obra, siendo principalmente una aventura mas de las que se ambientaban en el intrigante mundo de los llamados agentes secretos. Eastwood se hace cargo de la producción del film a traves de Malpaso Productions, contando con el propio autor en el guión final junto a los escritores Hal Dresner y Warren Murphy. Confieso no haber leido la referida novela, pero tras ver la pelicula la idea que nos queda es la de haber seguido un relato discreto y digno de un trabajo primerizo como realmente lo fue. Pero Eastwwod esta ahí y deja su firma, y finalmente es lo que importa con respecto a la pelicula.
¿Qué distingue a esta historia de espias y mentiras de otras tantas llevadas al cine?, pues en apariencia casi nada. El personaje de Jonathan Henlock se sumerge en un caso donde la excusa argumental si bien es cierto es muy manida, como es la venganza por la muerte de un viejo conocido, pues tambien conlleva ciertos elementos muy reconocibles en la filmografía del director Eastwood, como es el tema de la segunda oportunidad; el asumir un nuevo reto tras el retiro voluntario de una vida llena de peligros y emociones. El agente en retiro se niega rotundamente a volver a las andadas, pero su vuelta es inevitable pues los cabos sueltos del pasado y los lazos que aún lo unen son muy fuertes, y en medio de ellos surge el viejo temor aún no superado, un fantasma que debe volver a enfrentar: el pico Eiger, un lugar que resulta amenazante. Por otro lado, su nuevo recorrido permitirá apreciar a un variopinto grupo de personajes, desde un misterioso jefe de la CIA, una seductora morena de intenciones no muy fiables, un sujeto de maneras extremadamente refinadas, un espia torpe y despreciable, un matón de poca monta, una instructora fisica completamente muda y un ocasional aliado en la investigación. De todo esto, a ver quién es el culpable.
Los acontecimientos se siguen sin muchas sorpresas, apenas permitiendo puntualizar algunos diálogos y situaciones que nos muestran a su protagonista principal como el tipico agente secreto, calculador, implacable con sus enemigos, seductor con el sexo opuesto y tambien muy arriesgado. Eastwood se convierte en una versión americana del espia europeo, mujeriego y cínico, cercano a la imágen que solía ofrecernos Sean Connery (no tanto Roger Moore porque siempre me ha dado que lo suyo era de un tono más ligero y humoristico), pero sin emplear artilugios especiales. La ventaja de Jonathan Henlock sobre sus enemigos esta en su astucia a la hora de enfrentarlos, saliendo siempre airoso de cada amenaza hacia su vida. Pero otra diferencia resulta muy destacable, y es el hecho de actuar guiado por intereses muy personales, como el buen pago que negocia con Dragón por su vuelta a la actividad y la conservación de su patrimonio. Su mayor motivo para enfrentar el peligro es más una cuestión muy personal y no tan patriótica, como veremos hasta en su resolución. Sin embargo, la sencillez argumental de la narración es precisamente la que no permite un mayor desarrollo de este personaje, resultando mas bien un diseño en clave menor en comparación con los más recordados trabajos llevados a cabo por el actor en sus mejores peliculas.
Eastwood da vida a este personaje, algo alejado de su clásica imágen de frio justiciero como recordamos al oficial de policia Harry Callahan, pues en esta ocasión es más bien un hombre de mundo, muy respetado por su labor intelectual y por su fama de escalador de montañas, por lo que practicamente pertenece a eso que llaman el jet-set. Pero bajo esa apariencia, Jonathan Henlock no deja de ser otro aventurero que actúa de acuerdo a sus más profundas convicciones. La vuelta a la acción resulta para él un hecho ineludible, muy a su pesar, pues deberá enfrentar su mayor temor: el pico Eiger en los alpes Suizos, un lugar donde estuvo a punto de perder la vida hace varios años y que hoy vuelve a plantearle un nuevo reto. Su deseo de capturar al autor intelectual de la muerte de su viejo amigo lo lleva nuevamente a recorrer el mundo en busca de su presa, si bien es cierto tambien está de por medio la promesa de lograr con este último encargo la vida tranquila que ya desea, alejado por fin de la violencia.
Con estos hechos todo podria reducirse a una amena narración, de repente hasta olvidable. Pero su director marca la diferencia: primero con su sola presencia, llevando sobre sus hombros todo el peso de la pelicula, y segundo, actuando de manera arriesgada. La historia recorre lugares como Monument Valley en Utah, California, hasta el otro lado del océano en la ciudad de Zurich, Alemania y en Bernese, Oberlands, en Suiza.
Para descubrir al asesino Jonathan debe poner en práctica toda su experiencia como escalador de montañas y formar parte de una peligrosa excursión en los Alpes Suizos. El pico a escalar es el temible Eiger ("eiger" en alemán significa "ogro"), un lugar muy conocido por el agente. Eastwood y su equipo se trasladan a Monument Valley donde el actor-director realizó una proeza filmica digna de un escalador experimentado. Su personaje sube las montañas y alcanza la cima del Totem Ole, en una impresionante secuencia por el realismo que se puede apreciar en ella. A destacar tambien la dirección de fotografia de William N.Clark. Se cuenta que el actor se entrenó varios meses para alcanzar el nivel de un profesional. La vitalidad de Eastwood para lograr esta secuencia es meritoria.
Pero, como se ha hecho común en el director, esto no es suficiente. El Viejo Continente lo recibe y es en los Alpes Suizos donde vuelven a filmarse unas escenas realmente temerarias. Eastwwod y el grupo de actores, sin emplear dobles ni contar con efectos visuales especiales, nada mas alla de un monigote para una escena de caida libre, se lanzan hacia las alturas y libran un enfrentamiento con la naturaleza realmente impresionante. No estamos ante un film donde el aspecto ténico permita momentos de acción al estilo "Cliffhanger" o "Vertical limit", peliculas que tienen a lo sumo poco mas de un década de antiguedad; aquí estamos en los 70`s y los recursos a emplear eran aun muy realistas pues los actores si están sobre la montaña en cada escena apreciada, sometidos al severo clima de las alturas y no emplean efectos visuales que los dibujen sobre un paisaje artificial. Ellos se encuentran ahi, por supuesto tomando todas las medidas de seguridad posibles. Como no podia ser de otra manera, se trató de una filmación que resultó muy riesgosa, o mejor dicho, que resultó mortal, pues un miembro del equipo de filmacion, el alpinista profesional David Knowles, sufrió un accidente por la caida de una roca lo cual le causó la muerte. Pero como se sabe, estas producciones no se detienen, y el trabajo final de Eastwood logra reflejar esa tensión y la adversidad que los rodea en una intensa y prolongada secuencia final, donde vemos como el mismo director esta al borde del abismo en más de un momento. La cámara sigue al detalle la lucha de estos hombres en medio de la nada, mientras la música del veterano John Williams aporta el clima de suspenso adecuado acompañando estas imágenes.
El reparto incluye al veterano actor George Kennedy, figura altamente reconocible del cine de aquellos años, y que aquí interpreta al mejor amigo del héroe (o antiheroe). Tambien tenemos a la actriz Vonetta McGee como la simpática Jemima, una morena que resulta seducida por el profesor Henlock. Muy notoria es asimismo la participación del actor Jack Cassidy, una celebrada esterlla de Broadway, en el rol de Miles Mellough, un sujeto que sabe mas de lo que es capaz de decir. Todos ellos cumplen cabalmente con sus respectivos roles.
"The Eiger sanction" es un film menor en la filmografia de Clint Eastwood pues cuenta con una historia sencilla, llena de tópicos, que presenta algunos puntos de interés pero sin llegar a mayores resultados, que se pierde en una resolución al misterio que parece improvisada. Sin embargo, su despliegue de acción y emoción en las secuencias sobre las montañas, que incluyen impresionantes tomas aéreas, demuestran el grado de compromiso del director con su trabajo por superar el reto de lo más dificil y distinguirse por encima del simple entretenimiento. Asimismo, el final que busca ser la vuelta de tuerca de los filmes de espionaje de aquella década, y que quizás en un primer momento podría decepcionar, pues visto de otro modo resulta muy acorde con el personaje de Jonathan Henlock, alguien para quien la lealtad hacia sus compañeros esta por encima de todo. Eso si, el momento final fotocopiado de las peliculas de James Bond pudieron ahorrárselo.
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