Titulo original : Split Seconds
Pais : UK
Ciencia ficcion, terror, policial, comedia. Son diversos los ingredientes que componen este film británico dirigido por Tony Maylam. Y si nos preguntamos ¿quién es este señor? pues hay que decir que se trata del mismo director del clásico slasher ochentero "The burning", inscrito dentro de la moda impuesta por la saga "Viernes 13", con asesino sanguinario suelto en busca de adolescentes despistados. Si bien la filmografía posterior de este director ha sido bastante escasa, dentro de ella destaca en forma clara esta producción europea del año 1992, realizada con desvergonzada envoltura de tipica serie B, es decir, fantástica, lúdica y al mismo tiempo oportunista.
"Split second" nos presenta un escenario inmerso en la ciencia ficción distópica, con una ciudad de Londres en el año 2018 que ha dejado de ser la moderna y gran urbe para convertirse en un gigantesco charco con grandes problemas de salubridad. La historia escrita por Gary Scott Thompson, actual guionista de "Fast and the furious 4" y "Fast Five", alude al asunto temático del calentamiento global, tema que tanta actualidad ha cobrado, como la causa principal de un futuro decadente y siniestro donde el aumento de la temperatura ha producido el desborde del rio Támesis sobre la ciudad, inundando las calles en forma progresiva. Los vehiculos recorren las vias levantando grandes cantidades de agua, mientras que se aprecia a las personas con el liquido sobre los tobillos. El film incide en esta visión caótica más aún cuando se dedica exclusivamente a mostrarnos la visión nocturna de este futuro que nos espera. Escenarios que hacen un modesto guiño a la clásica cinta "Blade Runner", con su escasa iluminación, sus habitantes variopintos y sobretodo, su explosivo protagonista.
Este mundo del mañana, oscuro y agobiante, es al mismo tiempo el escenario de una intriga supuestamente terrorífica, donde un misterioso asesino en serie siembra un rastro repleto de cadaveres destrozados, en peor medida que el mismisimo Jack el destripador de la Inglaterra victoriana. Las pistas al alcance de la investigación son aun más confusas cuando lo que se tiene son una serie de dibujos hechos con la sangre de las victimas en los muros, los cuales responden a una simbología mística de carácter maligno, o mejor dicho demoniaco. El momento y el lugar son los indicados para la aparición de esta entidad sobrenatural de acuerdo a una terrible profecia. El asesino es sin lugar a dudas un ser fuera de este mundo de poderes extraordinarios que se complace en cazar a sus victimas en cualquier rincón de la ciudad, pues sus poderes lo convierten en un ser escurridizo y aparentemente invulnerable.
Hasta aqui, el asunto argumental nos remite claramente a un inmediato antecedente: la secuela poco exitosa de "Predator" de 1987, es decir, "Predator 2" de Stephen Hopskins, una historia que combina la ciencia ficción y el terror, cuando un monstruoso ser del espacio exterior llega a la ciudad de Nueva York dando inicio a una cruel caceria de seres humanos. Cambiamos ciudad, cambiamos al monstruo, pero eso si, conseguimos un investigador más extravagante que Danny Glover, al menos para el público que disfrutó de obras como "Blade Runner","Los señores del acero" o "El pasajero de la muerte".
Lo que ocurre es que la presencia de sus protagonistas resulta decisiva al conducir la mayor parte del relato combinando acción y humor, al más puro estilo de las llamadas peliculas "buddy movies" hechas en Norteamerica; cintas policiales donde una pareja de investigadores son los principales protagonistas en la resolución de una intriga criminal, esto aún cuando uno de ellos sea el más destacado de ambos. De este modo ocurre en "Arma mortal", "Danko al rojo vivo", "Tango y Cash", "Dragnet" y otras. En nuestro caso, el papel estelar corre a cargo del buen actor holandés Rutger Hauer.
A Rutger Hauer se le aprecia mejor como villano que como héroe protagonista. Ahi están los filmes "The Hitcher", clasicazo de los 80's donde interpreta a un asesino en serie de las carreteras, en un modo tan inquietante que ni el buen actor Sean Bean superó en su remake producido por Michael Bay; y por supuesto, la archireconocida "Blade Runner", en la cual Hauer se disfraza de androide tan mortifero como emotivo, soltando frases como "He visto naves ardiendo más alla de Orion..." y que "la Puerta de Tannhauser..." y etc., etc.. El actor tiene carisma innegable, pero a mi modo de ver se hace más memorable en esos roles controvertidos. De ahi que su personaje de oficial de policia, parco, de pocos amigos, pero bonachón en el momento oportuno juega con la simpatia del público en un tono más ligero, el cual finalmente hace que toda esta historia se nos caiga en cuanto a seriedad y más bien se convierta en un sencillo entretenimiento, eso si, digno de verse.
Probablemente estaríamos frente a una obra más memorable si hubiese mantenido el carácter oscuro de sus primer cuarto de hora y se hubiese aprovechado más la maldad de su monstruosa creación. Lamentablemente, la compañia del novato sabiondo, presto al ridiculo, y la serie de chistes modestamente graciosos nos quita puntos de valoración. A pesar de ello, es aceptable la apuesta por un enemigo escurridizo y acechante, si bien ello a su vez es una herencia de su modelo mayor citado lineas arriba, reservando su presencia plena para el tramo final, luciendo cual si fuese calcado del Venom diseñado por Todd McFarlane en el cómic de Spiderman. Ademas de ello, el buen ritmo narrativo, la correcta actuacion de su protagonista y la presencia de la guapa de ayer y tambien guapa de hoy, la actriz Kim Catrall, luciendo un cerquillo que pudo haberle hecho el sueño a Quentin Tarantino, otorgan cuotas de interés a esta pequeña obra del cine freak, delirante y bromista hasta sus tuétanos esparcidos.
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