Tuesday, January 6, 2009

¡Vampiros en La Habana! (1985)


A través de los siglos, el vampiro se ha alimentado del ser humano bajo el amparo de las sombras de la noche, y gracias a ello ha llegado a convertirse en un mito que forma parte de los cuentos populares y de las leyendas más siniestras, todas ellas consideradas como el producto de la imaginación más febril. Sin embargo, el vampiro existe. Su historia nos narra que fue en año 1870 cuando se produjo la gran organización de la sociedad de vampiros en dos grandes grupos: el llamado "Grupo Vampiro" de sede europea en Dusseldorf y por otro lado la llamada "Capa Nostra" reunida en la ciudad de Chicago, en USA. El grupo europeo esta liderado por el legendario conde Drácula, el más noble de los vampiros, y el grupo inmigrante esta al mando del temible Johnny Terrori . En Europa, Drácula ha recogido la inquietud de su gente y se ha empeñado junto con uno de sus hijos, el cientifico Berndhart Amadeus, en la más meticulosa investigación en busca del elixir que permita de una vez por todas su inmortalidad bajo la luz del dia. Las pruebas han determinado un posible resultado favorable, por lo que el Conde se ofrece para el experimento final. Lamentablemente el suero no surte efecto y Drácula muere en el intento, consumido por la luz del sol. Ante la tragedia y tras el rechazo de toda la comunidad de vampiros, el apesadumbrado doctor Amadeus deja Europa, llevando consigo a su pequeño sobrino Joseph, y juntos se pierden en un viaje cruzando el océano por el cual llegan hasta la isla de Cuba, refugiándose en La Habana, oh ironia¡¡, bajo el calor de su clima soleado, terrible para los vampiros. Pero ocurre que los esfuerzos del buen doctor logran por fin el resultado deseado.

El pequeño Joseph, conocido aqui en esta tierra caribeña como Pepito, se convierte en el primer vampiro que puede caminar bajo la luz del sol sin problema alguno y con total confianza, una vez que ha sido vitaminizado con el elixir elaborado por su tio, el cual luego es bautizado como "Vampisol" y debe beberse todos los dias. Con el correr de los años, el jóven Pepito ha llegado a vivir como un humano comun y corriente, sin saber de su terrible herencia, aunque su inquietud lo ha llevado a verse envuelto en un movimiento revolucionario contra el gobierno de la isla por parte del general Machado. Mientras tanto, el doctor Amadeus decide compartir el fruto de su esfuerzo con todos los vampiros del mundo, dando a conocer su fórmula a través de la cadena Radio Vampiro Internacional, que transmite a todos los rincones donde éstos se hallen ocultos. Pero la fórmula es demasiado valiosa para los intereses comerciales de los inescrupulosos vampiros de "Capa Nostra" quienes deciden apoderarse de ella, por lo que emprenden la búsqueda del exiliado doctor. Pepito se verá envuelto en medio de dos conflictos, uno al lado de los humanos dentro de los cuales está Lola, la mujer que ama, y otro, defendiendo a su tio y el derecho de los vampiros por su bienestar. A ver cómo le hace, aunque él es muy hábil, no en vano es el mejor trompetista de la isla.


Pues eso, da satisfacción ver cómo la creatividad surge donde tiene que surgir. Observa su entorno, y de ahi recoge sus distintos aspectos para convertirlo en algo nuevo y fascinante. Asi pues, en nuestra búsqueda fantástica nos trasladamos imaginariamente a la región del Caribe, siendo precisos a la isla de Cuba, tierra de singular encanto y cuna de controversias politicas que en más de una ocasión se ha atrevido a poner en aprietos a la gran nación del norte. Pero aqui más nos vale reconocer la gran muestra de expresión artistica que ha dado al mundo en sus distintas formas, como en la música (aun recordamos las melodias de Bella Vista Social Club), las artes plásticas (aqui si hecho mano de wikipedia, y descubro con asombro el arte del pintor Cundo Bermudez, fallecido hace poco) o tambien el cine. Es aqui donde encontramos a uno de los mejores exponentes mundiales, ojo a eso, de la caricatura y el dibujo animado: el señor Juán Padrón.

Nacido en el año 1947, Juan Padròn es uno de los más reconocidos dibujantes y caricaturistas latinoamericanos, creador de un personaje que ha decir verdad desconocía porque mi ignorancia es grande: se trata del heroico Elpidio Valdéz, un rebelde en cuyas aventuras luchaba contra la conquista española de las tierras de América. De este personaje, Padrón realiza su primer largometraje animado en el año 1979. Su segundo trabajo lo realizó en el año 1985 en coproduccion con la TVE de España, que es justamente la pelicula que comentamos aqui. Sus mayores influencias según sus propias declaraciones se encuentran en el cómic español de los años 50, tambien en la obra de Juan José López, dibujante español autor de "Superlópez", y el norteamericano Ketcham, autor de "Daniel el travieso". Es gran amigo del argentino Quino, autor de "Mafalda", con el cual trabajó en la realización de cortos animados basados en sus historias. Admirado en todo el mundo, su estilo es comparado con la maestria e irreverencia de un artista como Ralph Bakshi.


"Vampiros en La Habana" es una lograda fantasia hecha en base a suficiente imaginación y creatividad, que toma los elementos propios del relato de horror clásico relativo al vampirismo y a su insigne Conde de Transilvania para unirlos al siniestro mundo gansteril norteamericano de los años 30, donde se combinaba el crimen con un particular toque de elegancia y glamour al servicio de la violencia. Ambas vertientes narrativas siempre fueron del agrado de Padrón, por lo cual construye para ellos en el mundo animado un escenario que le resulta familiar, como son el puerto, las calles y los barrios de La Habana de aquellos dias, donde nos muestra cómo las intrigas surgidas por movimientos revolucionarios y las luchas entre pandillas de vampiros se confundian en medio de la bohemia nocturna, la cual luce muy entrañable, por cierto. El relato se desarrolla en forma sencilla, con una breve explicación acerca de la historia de los clanes vampiros, y luego se ubica en el momento de los acontecimientos a desarrollar; los personajes son presentados con fluidez, y en seguida la historia adquiere dinamismo en la sucesión de situaciones e intrigas. La referencia histórica nos ubica en pleno periodo del gobierno dictatorial de Gerardo Machado, presidente de Cuba por aquellos dias, y motivo de revueltas y fervor revolucionario en aumento; pero aqui el ambiente esta aderezado con una eficaz dosis de buen humor, la cual resulta muy reconocible como el producto de la idiosincracia del colorido pueblo caribeño.

El personaje central de la historia es el pícaro Joseph o Pepito, sobrino del doctor Amadeus y por ello descendiente de los vampiros europeos, aunque él no lo sabe. Sin embargo, al haber sido tratado desde niño con una fórmula inventada por su tío, la intensa luz del sol no le hace ningún daño, por lo que vive como un ser humano comun y silvestre, convirtiéndose en un talentoso músico trompetista de uno de los clubs nocturnos más famosos del medio, y al mismo tiempo, es un entusiasta miembro del movimiento subversivo que busca poner fin al gobierno tirano, a manos de un dictador al cual se le retrata como un personaje frívolo y sin escrúpulos, que vive a lo grande en medio de la pobreza del pueblo oprimido.

Cuando a Pepito se le revela la verdad por supuesto que no lo cree, pero al descubrir dentro de sí el vampiro oculto de toda la vida no tiene más remedio que aceptar su destino y pensar con más fuerza en la felicidad que debe construir al lado de Lolita, una bella morena que es el amor de su vida. Pero antes, debe luchar por la misión que le encomienda su tio Amadeus, el personaje más noble de la historia, que es la de hacer llegar a todos los vampiros la fórmula del apreciado "Vampisol" para el bienestar de todos ellos, sin distinción alguna y sin ningún afán monetario como el que si tienen aquellos que irrumpen en el laboratorio oculto; el grupo de vampiros europeos, ya sin Dracula, encuentra muy atractiva la idea de comercializar el "Vampisol", pues las ganancias son cosa segura, mientras que el grupo de mafiosos de "Capa Nostra" al mando de Johnny Terrori por el contrario quiere destruir este elixir, ya que la existencia de este suero arruinaría sus planes de construir en Chicago un balneario de lujo especial para vampiros, inversión que ha demandado los fondos de el poderoso vampiro Al Tapone, quien obviamente espera recuperar su dinero, de lo contrario Terrori bien podria despedirse de su no-vida.

De esta forma, se sostiene una lucha entre quienes están del lado del bien común para todos los vampiros, contra aquellos que buscan sus propios intereses, en este caso los malvados vampiros recién llegados, quienes apenas hablan español. Queda clara la alusión al estado del mundo que enfrenta la revolución cubana en esta historia (vaya manera de llegar a este punto): por un lado, vemos el deseo de establecer un nuevo orden comunista, donde el bienestar del pueblo, llámese alimentos, bienes básicos o, aqui, suero para vampiros, se encuentre a su alcance en forma gratuita, a diferencia del sistema capitalista occidental, donde toda oportunidad para hacer negocios es buena, incluidas estas necesidades básicas.

El autor, obvio simpatizante de la politica de su pais, plantea una historia que funciona eficazmente en sus notas de fantasia y buen humor, que son las que predominan y mantienen el buen ritmo de las distintas situaciones; sin ellas su desarrollo seria una interminable persecución, un juego del gato y el ratón que terminaría cansando, pero la forma en que están amenizadas estas secuencias con divertidos enredos, con homenajes al cine de horror clásico y por qué no, tambien al cine negro norteamericano, con un humor cargado de referencias culturales que lo hacen aún más chispeante, repleto de personajes de mucha simpatia tanto los protagonistas como todos sus secundarios, como el chofer español, el vagabundo fumador (aquel que suele repetir la frase "rey del mundo, ¿tendrá usted un cigarrito?"), los compañeros revolucionarios de Pepito y los torpes secuaces de los vampiros mafiosos, es decir todos estos elementos hacen del film animado una obra nutrida de influencias, un entretenimiento seguro y sobretodo una experiencia muy singular pues al mismo tiempo resulta muy representativa de la cultura de su pais.

Por más que su sencillo acabado pareciera indicarlo, "Vampiros en La Habana" no es precisamente un dibujo animado hecho para el público infantil. Las razones para afirmar esto se encuentran principalmente en su trasfondo político ya señalado, una pequeña muestra de las bondades del sistema frente a la amenaza exterior; tambien podemos apreciar el humor adulto reflejado en las escapadas nocturnas por parte de Pepito hacia la habitación de la esposa de Machado, a la cual ha seducido para obtener informacion valiosa para los planes del grupo. Aquellos encuentros de alcoba no quedan en las palabras, son ilustrados por Padrón en forma caricaturesca, donde la situación cómica se puede emparentar al cine picaro del que hacian Porcel y Olmedo o el mexicano Alfonso Zayas por citar algunos ejemplos, con mujeres provocadoras y con escapadas por el balcón en medio de la noche ante la llegada del marido.

Convertido en uno de los más célebres largometrajes animados del cine latinoamericano, y al mismo tiempo uno de los pocos que se han hecho, la pelicula apenas pudo contar con la respectiva secuela fruto de su éxito tras largos 18 años después, en otra coproducción con España que amplia el reparto de protagonistas al permitirnos seguir a Pepito en sus correrias una vez que ha formado una familia, teniendo esta vez un hijo pequeño tan entrañable como su padre. Lo revisaremos en su debida oportunidad.

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