El príncipe Alberto de Mónaco y la sudafricana Charlene Wittstock ya son marido y mujer
Se casaron por civil en medio de la gran expectativa de los ciudadanos, que colmaron la plaza frente al palacio para ver a la pareja. Mañana es la ceremonia religiosa
Alberto II y Charlene, convertidos ya en marido y mujer, saludaron hoy a los monegascos desde la ventana del salón de los espejos del Palacio del Principado
Alberto II y Charlene, convertidos ya en marido y mujer, saludaron hoy a los monegascos desde la ventana del salón de los espejos del Palacio del Principado.
MÓNACO. Preparativos para la boda del príncipe Alberto II y la sudafricana Charlene Wittstock.
El príncipe Alberto de Mónaco y la sudafricana Charlene Wittstock finalmente dieron hoy el “sí, quiero” y convirtieron en realidad el momento tan esperado por los ciudadanos monegascos, que atestaron la plaza frente al palacio donde se realizó la ceremonia con la esperanza de ver a los recién casados.
Sobre la boda sobrevolaba un fuerte rumor desde los últimos días que contaba que la ahora flamante princesa habría intentado suspender los preparativos de boda y "fugarse" a Sudáfrica, a raíz de "revelaciones" de que su futuro esposo tendría otro hijo extramatrimonial, era comentado en las calles monegascas.
Los rumores de una crisis en la pareja -desmentidos por el Palacio- fueron divulgados el martes por el sitio Internet del L'Express, que afirmó que Wittstock se disponía a partir "precipitadamente" de Mónaco y tomar un vuelo "sin retorno" rumbo a Sudáfrica, tras las "revelaciones" sobre un nuevo hijo de su futuro marido.
Alberto es padre de Alexandre, de 7 años, al que tuvo con una azafata oriunda de Togo, y de Jazmín Grace, de 19, fruto de un affaire con una moza estadounidense. Ninguno de los dos estará presente en la boda.
Según L'Express, la futura princesa fue interceptada en el aeropuerto de Niza (sur de Francia) y convencida de que volviera a Mónaco y siguiera adelante con los preparativos para el casamiento real, el segundo del año luego de la fastuosa boda de Kate Middleton y el príncipe William de Inglaterra.
Las celebraciones comenzaron ayer con un concierto del grupo Eagles en el estadio de fútbol Luis II, al que asistieron los novios, y al que estaban invitados todos los ciudadanos y residentes de Mónaco, los trabajadores del Principado y los habitantes de las localidades vecinas.
Los festejos tienen un toque popular porque el príncipe Alberto "desea compartir los tres días de celebraciones de la boda con tanta gente como sea posible", se lee en la página oficial del enlace real en Facebook.
Tras la boda civil de hoy, Alberto y Charlene, se unirán a unos 6.000 súbditos de Mónaco reunidos en la plaza para degustar una comida al aire libre, donde habrá platos sudafricanos, en honor al país de la novia, y también exquisiteces mediterráneas.
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