Monday, October 22, 2007

El bebé de Rosemary (1968)



Los jóvenes esposos Woodhouse se mudan al edificio Bramford, para empezar su nueva vida matrimonial. Él es actor de televisión, que alterna pequeños papeles con avisos publicitarios, mientras que Rosemary se dedica al cuidado del departamento como flamante ama de casa. Un dia, en la lavandería del edificio, ella conoce a una bella joven (la modelo y playmate Victoria Vetri), que vive al cuidado de una pareja de ancianos. Tras una agradable charla, nada hacía presagiar que la noche siguiente, la bella mujer es encontrada muerta en la acera del edificio, en plena calle. Para la policia, todo indica que se trata de un suicidio, la joven se habría lanzado desde una alta ventana, a lo que se añade el haberse encontrado una nota de despedida. Extrañada ante lo ocurrido, Rosemary llega a conocer a los ancianos Castevet, quienes rapidamente entablan amistad con ella y su esposo, invitándolos a reunirse en su departamento. Luego de una de aquellas reuniones, tras haber bebido en exceso en el departamento de los ancianos, ya en su habitación, Rosemary tiene una pesadilla en la que una siniestra presencia la posee sin que ella pueda evitarlo. Dias después, descubre que se encuentra embarazada, pero lejos de sentirse feliz, todos aquellos meses se siente victima de una misteriosa intriga en la cual parecen estar todos involucrados. El dia de su alumbramiento llega, y el más grande horror cobra vida.

Próximo a conmemorarse los veinte años del estreno de ésta pelicula, "Rosemary´s baby" es considerada por muchos como una de las mejores peliculas de su director, el gran Roman Polansky. Producida por William Castle, quien gustó del anterior trabajo del director, "Cult de sac", no dudo en encargarle la realización, tras convencerlo de leer el relato de la escritora norteamericana Ira Levin. Atraído por la historia, Polansky acepta el encargo, escribe él mismo el guión cinematográfico, y se inicia el rodaje trasladándose todo el equipo a Nueva York, para utilizar como lugar de filmación las calles de Manhattan y los exteriores del edificio Dakota, un célebre complejo de departamentos de mucha elegancia y antiguedad. Del mismo modo, muchas escenas fueron filmadas en el interior del edificio, por lo que se convirtió en el lugar perfecto para recrear la terrorifica historia.


Para el reparto, Polansky quería a Jane Fonda, pero el productor Robert Evans, vinculado al proyecto, sugiere a alguien que por entonces era una buena actriz en ascenso: la joven Mia Farrow, uno de los rostros del show televisivo "Peyton place". Polansky queda convencido del talento de la actriz, asi que no duda en darle el rol protagónico. Acompaña a Farrow el actor John Cassavettes, un buen actor muy visto en aquellos años, y con ellos, un buen grupo de actores secundarios, que incluyen a Sydney Blackmer, Ralph Bellamy y Ruth Gordon, ésta última, conocida por el film "Harold y Maude", resultó ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto por su trabajo en ésta pelicula.

Polansky realiza con pocos elementos una tremenda pelicula de terror, en la que se aprecia como el mal más antiguo puede ocultarse y vivir en medio de la sociedad moderna del siglo XX. El plan diabólico de un grupo de satanistas sumerge en la paranoia a la joven Rosemary. El extraño comportamiento de sus vecinos, y la súbita muerte de un viejo amigo suyo, el cual realizó un terrible descubrimiento acerca de ellos, hace que surja en ella la sospecha sobre un siniestro complot, por el cual buscan apoderarse del bebé que lleva en su interior. Rosemary se siente más vulnerable que nunca; su embarazo le provoca inusuales dolores en el vientre, y además de la propia inseguridad de cualquier mujer en su estado, las muertes que ocurren a su alrededor le indican que el peligro que siente no es una fantasia de su mente.


El miedo a la proliferación de sectas diabólicas se había convertido en una de los temores más recurrentes en aquellos dias. Es revelador en la pelicula, el momento en que Rosemary, en la sala de espera del consultorio médico observa la portada de la revista "Times", que titula "¿Dios ha muerto?". Revisando la información al respecto, corresponde a un número en el cual se publicó un extenso artículo acerca del incremento de cultos no cristianos. El debilitamiento de la fé producida por la maquinaria del mundo moderno, que sumerge al hombre común en una mayor dependencia del materialismo, en detrimento de su vida espiritual. Como resulta obvio, el satanismo se vincula al placer terrenal y el hecho de reclamar el reinado de este mundo. La pelicula destaca su aspecto siniestro en el cual, como un enemigo oculto en las sombras, el mal lleva a cabo sus designios. El llamado "Año 1" resulta decisivo, y no se escatimará esfuerzos ni vidas humanas con el fin de lograrlo. El guión destaca especialmente éstos aspectos, y es lo que provoca el temor y el sufrimiento de Rosemary, que se siente victima de aquellas fuerzas, y que en medio de su fragilidad no es de ningún modo una heroina de la fé, capaz de enfrentarse al mal, ya que solamente busca salvar su vida y la de su bebé. Y de hecho, su reacción en el momento final es la de una madre cuyo hijo le ha sido arrebatado.

Roman Polansky hace un trabajo magistral. Conduce el suspenso, utilizando adecuadamente el escenario que constituye aquel viejo e inmenso edificio, donde la fotografia de William Fraker destaca por su fino acabado. Y ello, bajo los compáses de la buenisima partitura de Krzysztof Komeda. Los pequeños espacios al interior del departamento de Rosemary se convierten en el lugar donde el drama y de la incertidumbre se apoderan de ella. Respecto de los actores, Mia Farrow resulta la perfecta protagonista. Gran parte de la inquietud que produce la cinta está en la mirada de Rosemary, en su actitud, en su rostro ante las diversas reacciones a las que es sometida, teniendo en cuenta la sutileza con que esta pelicula despliega el terror que hay en su historia.

Como bien destacan sus productores, no se utilizan efectos visuales de ningún tipo; tan sólo se hace un uso adecuado del arte de filmar, y con ello Polansky logra un relato de horror memorable. Recientemente, la pelicula ha sido considerada entre los cinco filmes más terroríficos de la historia, lo cual, más alla de estar de acuerdo con estas elaboraciones de listas, resulta inobjetable su mención entre lo mejor de la historia del cine. Aún hoy, la canción de cuna que abre y cierra la cinta resulta estremecedora.

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