Si vieron "El dia de la independencia" en el año 1996, recordarán su historia aventurera en la que una invasión extraterrestre era llevada a cabo, destruyendo las principales ciudades del mundo, ante lo cual la fuerza aérea norteamericana y un experto cientifico enfrentaban la situación de crisis, resolviéndola para mayor gloria de los EE.UU.de América. En este caso, "La Tierra contra los platillos voladores", dirigida por Fred F. Sears, quien tiene un amplio curriculum como realizador y tambien como actor en la década del 50, es una historia que va de lo mismo. Una inminente invasión espacial de naves extraterrestres con fines hostiles es enfrentada por las fuerzas militares terrícolas, bajo obvias condiciones de inferioridad, ante el despliegue del poder destructivo de los platillos voladores y de sus soldados de metal, que lanzan rayos desintegradores, y que se cubren detrás de campos de fuerza impenetrables. Sólo el brillante doctor Marvin, y el heroismo de los soldados norteamericanos podrá detener al enemigo, y salvar no sólo América, sino al mundo entero. En este caso, además de su obvia condición de cinta pionera del género de ciencia ficción, tenemos una pelicula que a pesar de su sencillo argumento, tiene algunos aspectos muy resaltantes.
La dirección de Sears confiere un buen dinamismo al relato, obteniendo una cinta suficientemente entretenida, contando con una lograda puesta en escena en los distintos lugares en que se desarrolla la acción, sea al aire libre, en complejos militares o al interior de la nave alienígena. Ademas de ello, la historia destaca por su total entrega a la aventura y a la fantasia, donde los seres humanos nos unimos en forma competente para hacer frente a una amenaza muy poderosa, con seres de metal que a diferencia de la cinta "El dia que paralizaron La Tierra", resultan enemigos de la raza humana, que ya les tocaba. De hecho, la armadura oculta la siniestra apariencia de éstos seres: el alienigena muy al estilo de las fantasias acerca de la famosa Area 51.
Cabe destacar un correcto trabajo actoral a cargo de un buen reparto de protagonistas, como el actor Hugh Marlowe quien tiene el papel del doctor Marvin, y del mismo modo, la actriz Joan Taylor, como la abnegada esposa del cientifico, que es tan bella y frágil como se requiere. Podría decir que el guión no permite mayor profundidad a sus personajes, resultando la mayor parte de éstos dignos de una serial de aventuras. Además, existe una simplicidad argumental acerca del protagonismo americano y de la resolución del conflicto en una sola batalla, que resulta muy evidente. Aunque, estamos en plena "guerra fria" y al final de cuentas no podia ser de otra manera.
Sin duda, la estrella de la cinta resulta ser el maravilloso trabajo en los efectos visuales de Ray Harryhausen, uno de los más eficientes especialistas del cine norteamericano de todos los tiempos. Autor de momentos inolvidables dentro del cine fantástico, los cuales, a la fecha, por su peculiar "magia" resultan aún muy satisfactorios. Siempre que se menciona a Ray Harryhausen nos viene a la mente las imágenes creadas con el efecto llamado "Stop motion", que son sencillamente capturas fotográficas de un mismo objeto inanimado en distintas posiciones, y que se suceden rápidamente en pantalla para crear la ilusión de un movimiento del objeto; es decir, cobra vida ante nuestros ojos. En esta cinta en particular, la técnica es aplicada a las escenas en las cuales numerosos platillos voladores lanzan un terrible ataque sobre Washington D.C.: derriban un gigantesco obelisco en la capital del pais, y atacan otros edificios públicos, mientras la gente en las calles huye despavorida, todo ello obtenido a través del uso de ésta técnica de animación. Las secuencias de bombardeo y destrucción de edificios, el caos que surge ante la amenazadora presencia en el cielo, todo ello es reflejado en forma impresionante en su despliegue de fantasia visual.
En resumen, es una pelicula que se convierte en un gran espectáculo y que ha envejecido algo, sin duda, teniendo en cuenta las modernas técnicas de hoy en dia, pero que de todos modos resulta disfrutable. Para continuar con la comparación hecha al inicio, diré que "Dia de la independencia" me resulta casi insoportable. Con tanto despliegue de producción, y viviendo otros tiempos bien valía otra propuesta. Afortunadamente, tiempo después, vimos "Marte ataca" de Tim Burton, y esa es otra historia.
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